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¿Por qué tu empresa debe invertir en bonos de carbono?

La industrias (energética, agrícola, tecnológica, etc.) son de los principales emisores de gases de efecto invernadero (GEI), aquellos que provocan el cambio climático y el calentamiento global. 

Un estudio reciente, realizado por el centro de estudios Influence Map, menciona que 80% de las emisiones globales de CO2 están vinculadas únicamente a 57 productores industriales.

Por su responsabilidad en este problema, y como respuesta a acuerdos internacionales y legislaciones locales, en algunos países (México incluido) las empresas deben implementar protocolos para reducir su huella de carbono como condición para seguir operando.

Sin embargo, cuando éstas han logrado reducir sus emisiones en todas las posibilidades tecnológicas dentro de su línea de producción, pueden (y deberían) seguir compensando a través de apoyos a proyectos de captura de carbono como los de tipo forestal, protección de los mares o conservación de la biodiversidad. Esto es posible gracias a la compra de los llamados bonos o créditos que financian dichos proyectos.

¿Qué son los bonos de carbono?

En la actual urgencia climática que vivimos, donde los desastres naturales, las sequías, las inundaciones, los aumentos de temperatura y la pérdida de biodiversidad atentan contra el desarrollo de la sociedad y la vida en el planeta, resulta prioritario actuar.

En el caso de México, el mercado de bonos de carbono llegó en el año 2013 como una innovadora manera de ayudar a las empresas a compensar sus emisiones de dióxido de carbono.
Estos bonos, también llamados créditos de carbono o carbon offset, son instrumentos que financian proyectos de captura de dióxido de carbono como la protección y reforestación de los bosques, selvas y manglares dentro del territorio nacional, y que pueden ser adquiridos por empresas, organizaciones o privados para cumplir con sus responsabilidades ambientales.

¿Qué tipos de empresas compran bonos de carbono?

En México la Ley General de Cambio Climático en su art. 26, menciona la responsabilidad ambiental de la siguiente manera:

“quien realice obras o actividades que afecten o puedan afectar al medio ambiente, estará obligado a prevenir, minimizar, mitigar, reparar, restaurar y, en última instancia, a la compensación de los daños que cause…”

Actualmente el mercado de bonos de carbono es voluntario, lo que significa que su compra está condicionada únicamente a los obligaciones con accionistas, compromiso social o interés económico de cada empresa.

Entonces, ¿qué tipos de empresas deciden invertir en proteger y conservar el medio ambiente si no están obligados a hacerlo?

  • Grandes Corporaciones Multinacionales:

Grandes corporaciones transnacionales deciden invertir en los bonos de carbono por la responsabilidad (compliance) que tienen por presión de sus accionistas internacionales. Estas pueden ser empresas de energías fósiles, aviación, tecnología o telecomunicaciones.

  • Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES):

Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) también están participando en el mercado de bonos de carbono, ya sea para reducir su impacto ambiental o para mejorar su imagen como empresa responsable.
Para este tipo de empresas los bonos de carbono representan un inversión, ya que los clientes prefieren adquirir servicios o productos de empresas ambientalmente responsables.
La compra de estos también puede abrirles las puertas a mayor confianza por parte de inversionistas, así como accesos a mejores tasas de crédito y certificaciones internacionales.

  • Empresas Tecnológicas:

La industria tecnológica es uno de los principales actores en el mercado de compra de bonos de carbono. Las dos empresas más grandes en este rubro, Microsoft y Google, han firmado ambiciosos compromisos en la reducción de sus emisiones, realizando compras históricas en este mercado.
Esto debido a que las emisiones de estas compañías incrementan año con año, tan solo en el caso Microsoft, estas se dispararon 29% en tres años.

  • Industrias de Alta Emisión:

Ejemplos de industrias como la energética, la del transporte o la manufactura, entre otras, que emiten enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera (CO2) compran bonos de carbono para mitigar sus emisiones.

¿Por qué tu empresa debería comprar bonos de carbono?

  • Beneficios Económicos de comprar bonos de carbono:

En muchos países los gobiernos ofrecen incentivos fiscales a las empresas que participan en proyectos de reducción de emisiones o que compran bonos de carbono para compensar sus emisiones. Estos incentivos pueden incluir deducciones fiscales, créditos fiscales o la reducción de impuestos sobre los ingresos.
En algunas jurisdicciones, las empresas están sujetas a regulaciones estrictas de emisiones de carbono y deben pagar multas si superan los límites permitidos. Al comprar bonos de carbono para compensar sus emisiones, las empresas pueden evitar estas multas y reducir los costos asociados con el cumplimiento de las normativas ambientales.
En el caso mexicano son seis los estados que cobran impuestos al carbono, cuya recaudación es destinada a proyectos ambientales, actividades de mitigación y adaptación al cambio climático.
El estado en el que más se cobra por carbono es Querétaro, con un gravamen de 580 pesos por cada tonelada de CO², mientras que en el Estado de México y Guanajuato se cobran apenas 43 y 45 pesos por cada tonelada.

  • Beneficios Sociales de invertir en bonos de carbono:

Además de los beneficios fiscales directos, la participación en la compra de bonos de carbono puede mejorar la reputación de una empresa, posicionándose en el ojo público como social y ambientalmente responsable.
Esto puede atraer tanto a inversionistas como a clientes que buscan empresas con prácticas sostenibles, potencialmente conduciendo a beneficios financieros a largo plazo.

  • Beneficios Ambientales de los bonos de carbono:

Sin duda alguna el beneficio más importante de estos bonos es su impacto ambiental. En un mundo donde cada vez más se sienten los efectos del calentamiento global y el cambio climático en la pérdida de biodiversidad, las temperaturas extremas y los desastres naturales, las empresas tienen una obligación tanto con el presente como con las futuras generaciones.
Financiar proyectos ambientales a través de la compra de bonos es una manera de asegurar la captura de carbono que las empresas no pueden reducir. De esta manera, apoyan directamente al medio ambiente y a las comunidades rurales e indígenas que han protegido sus territorios históricamente.

Futuro sostenible, una responsabilidad universal

Si una empresa obtiene beneficios económicos en una línea de producción que afecta al medio ambiente, debería de ser una responsabilidad ética, moral y legal que se haga cargo de su propio impacto, y esto solo se logrará a través de legislaciones y presión pública.

Esperamos que la exigencia por una industria sostenible sea un requisito fundamental para la operación de las empresas.

Por: Diana Hernández
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